Editorial

No más trucos

Con tres años de retraso (ese es el tiempo que llevamos haciendo cola para comprar diésel y buscando dólares), Luis Arce ha llamado a todos los sectores de la sociedad...

Editorial | | 2024-11-08 00:02:00

Con tres años de retraso (ese es el tiempo que llevamos haciendo cola para comprar diésel y buscando dólares), Luis Arce ha llamado a todos los sectores de la sociedad para buscar soluciones ante la crisis. Lo interesante es que, esta vez, sus amigotes del Pacto de Unidad, integrado por las mafias políticas que lo ayudan a (des) gobernar, le han dado permiso para que convoque a los malvados cambas oligarcas, a los sucios empresarios y a los bribones sectores productivos.

Ya conocemos todos los trucos que usa el mandatario para confundir a la población. Lo que busca es ponerle un nuevo nombre a la crisis económica y, especialmente, encontrar nuevos culpables, ya que nunca admitirá que él y su modelo, del que tanto se jacta, son los únicos y exclusivos responsables de la calamidad que vive la población, que no puede trabajar, estudiar, movilizarse ni hacer nada porque ya no hay plata para importar combustible.

Hoy pretende culpar de la crisis, de las colas en los surtidores, de la falta de dólares, de la inflación, de la caída de la producción de gas y del próximo desastre que se avecina en la cosecha y el abastecimiento de comida, a los 24 días de bloqueo que el gobierno dejó transcurrir sin contratiempos y que, irresponsablemente, decidió encarar con la fuerza pública en la última semana.

Lo curioso es que la escasez de diésel y gasolina, que se ha acentuado en los últimos días, no ha sido ocasionada por los bloqueos, pues ambos productos vienen en su mayoría de Argentina y Paraguay, destinos que han estado totalmente abiertos al paso.

Si el gobierno continúa con engaños y mentiras, y sobre todo, con su enfermiza actitud de evitar la toma de decisiones, la crisis continuará ahogándonos sin piedad. Lo cierto es que el gobierno no tiene plata; no hay suficiente para comprar el combustible indispensable para mover la economía del país. Por doloroso que sea, va a tener que adoptar medidas de fondo; de lo contrario, la situación tenderá a empeorar.

Pero si hablamos de sacrificio, el primer paso lo tiene que dar el Estado. La insostenibilidad de Bolivia no solo pasa por el subsidio a los carburantes, sino también por la persistencia de un modelo económico prebendalista, derrochador e improductivo. El sector público necesita una cirugía mayor: reducción del gasto, cierre de empresas estatales, cancelación de las nuevas aventuras estatistas y eliminación de todas las restricciones que ha inventado el MAS para bloquear la iniciativa privada e incentivar el estatismo que nos ha llevado a la quiebra.

El MAS creó un Estado enemigo de la producción, de las inversiones y del sector privado. Si realmente Arce quiere cambiar el rumbo catastrófico que se inició en 2006, va a tener que desmantelar todo el aparato institucional y legal que bloquea la generación de riqueza y que cada día sepulta las posibilidades de reactivación. Si el exministro de Economía se niega a cambiar y hacer un giro radical, todo lo que haga será un show barato y repetitivo.

El primer paso lo tiene que dar el Estado. La insostenibilidad de Bolivia no solo pasa por el subsidio a los carburantes, sino también por la persistencia de un modelo económico prebendalista, derrochador e improductivo. El sector público necesita una cirugía mayor: reducción del gasto, cierre de empresas estatales, cancelación de las nuevas aventuras estatistas y eliminación de todas las restricciones que ha inventado el MAS para bloquear la iniciativa privada e incentivar el estatismo que nos ha llevado a la quiebra.