El Directorio del Banco Central de Bolivia emitió una resolución que permite vender el oro de las reservas del país y que bajen semestralmente del nivel de las 22 toneladas que establece la ley, lo que demostraría que la crisis financiera se agrava; dos directores de esa entidad presentaron su renuncia ante estos hechos.
El BCB emitió la resolución 148/2024 que señala que esa entidad “deberá mantener un mínimo de 22 toneladas de reservas de oro computable semestralmente el 5 de mayo y 5 de noviembre de cada gestión”.
Ello quiere decir que el ente emisor puede ahora vender oro por debajo de esas 22 toneladas, siempre que sean repuestas al final del semestre, que se computa entre mayo y noviembre. Teóricamente, el BCB, después de vender oro, tendría que comprar el metal para recuperar las 22 toneladas.
“El BCB podría haber reducido sus reservas de oro a niveles que preocupan y que aparentemente no cumplirían con esta norma”, señaló el economista José Gabriel Espinoza a Brújula Digital respecto de la Resolución (adjunta).
Según Espinoza, exdirector del BCB, las 22 toneladas de oro que deben estar en manos del BCB son una “barrera psicológica” para la población, que entiende que la institución debe mantener dicha cantidad en todo momento. La Ley 1503, en su artículo 9, establece la obligatoriedad de que el BCB mantenga un mínimo de 22 toneladas de oro.
Espinoza dijo que “las recientes renuncias de altos funcionarios del Banco Central, como Gabriel Herbas y el exdirector Fernando Ferrufino, estarían relacionadas con este contexto de presión sobre las reservas de oro”.
Esas renuncias, según Espinoza, podrían estar motivadas por el riesgo de enfrentar sanciones legales y administrativas si la ley no se cumple. “Es posible que los directores hayan considerado prudente retirarse para evitar asumir este riesgo”, comentó.
Según Espinoza, bajar la tenencia de oro por debajo de las 22 toneladas podría implicar “un riesgo regulatorio”, con posibilidades de posibles juicios. “La ley es clara: establece que el Banco Central debe mantener estas 22 toneladas ‘de manera permanente’, no computables semestralmente. Si no se cumple la ley habría una responsabilidad administrativa tanto del directorio como de la gerencia de transacciones internacionales del BCB, que podrían enfrentar procesos por daño económico e incumplimiento de funciones”, agregó.
Agregó que es “es muy probable que Bolivia ya no cuente con 22 toneladas de oro en sus reservas internacionales, lo cual también limita la disponibilidad de dólares en el país”.
La Ley 1503 fue aprobada de manera polémica en mayo de 2023 cuando el Banco Central tenía unas 42,5 toneladas de oro en reservas y aprobó que se pudieran vender 20,5 de ellas, manteniendo la barrera de 22 toneladas en todo momento.
Consultado si esta resolución del BCB estaría indicando un agravamiento de la situación financiera del país, Espinoza dijo que ello es posible y puso como ejemplo que la escasez de combustibles se debe a esa falta de liquidez y no a los boqueos organizados por Evo Morales en Cochabamba y otros dos departamentos del país.
Explicó que las rutas principales por las que ingresa el combustible, como Desaguadero y Tambo Quemado en el occidente del país, y Yacuiba o Bermejo, en el sur, no fueron bloqueadas en ningún momento, por lo que la falta de suministro se debe a problemas de pago y no a bloqueos.
Por eso, dijo, “estamos ante una problemática de pagos que se está tratando de resolver mediante la venta de oro, probablemente desde el 5 de noviembre, con la intención de alcanzar nuevamente las 22 toneladas para el próximo 5 de mayo de 2025”, sostuvo.
Añadió que que resulta “muy poco probable o difícil de creer” que la institución logre reponer las 22 toneladas necesarias en el corto plazo, ya que actualmente vende más oro del que logra comprar.