Una relación sexual en la ducha puede ser ese pequeño detalle que haga más sabrosa su jornada. Es irrumpir en la rutina con dosis adecuadas de pasión, amor y conocimiento.
La ventaja de hacer el amor en la ducha radica en su amplia gama de posibilidades.
Incluso, sin tener una relación sexual es una valiosa oportunidad para el conocimiento mutuo, el diálogo corporal, pues estimula la intimidad. También existe la posibilidad del juego erótico con más tiempo y preparación, para eso habrá que elegir el momento, crear el ambiente. Para empezar, por ejemplo, use luces tenues, temperatura agradable, música, velas, olores. Frótense y enjabónense sensualmente uno al otro usando un enjuague corporal líquido. Permite mayor contacto mutuo y es más fácil de manejar que la barra de jabón.
Lávele el cabello, la va a amar si le da masajes en su cabeza, empiece por los hombros, el cuello y use su propio estilo en su cuero cabelludo. El agua y la intimidad de este cuarto son sus mejores aliados, se crea un ambiente lúdico abre un nuevo universo para explorar el cuerpo del otro. Su mente conocerá nuevas sensaciones y así no sólo se concentrará en la penetración y el orgasmo vaginal.
Piensa en seguridad antes del sexo: coloca una alfombrilla de goma en el piso de la ducha para que no terminen en resbalones trágicos.
El agua y la intimidad en el baño crea un ambiente lúdico