Bañarse con agua fría, algunos dicen que sí es bueno y otros no. "Hay teorías válidas para ambos puntos de vista", apunta la médico general Karen Meriles. "El agua caliente tiene el poder de relajar", asegura y hace referencia a algunos estudios cuando habla de H2O en su baja temperatura. Hay quienes aseguran que es ideal para lidiar mejor con el estrés psicológico que suele acompañar a la ansiedad. En una charla TED de 2013, el triatleta Joel Runyon argumenta desde una perspectiva personal que darse una ducha fría puede cambiar la manera en la que afrontas el miedo.
Reduce enfermedades Un estudio halló que una ducha diaria de agua fría resultó en una reducción del 29% en la autoevaluación de enfermedad.
Aumenta la energías Aumenta el nivel percibido de energía, que muchos comparaban con el efecto de la cafeína.
Los atletas lo recomiendan Muchos atletas lo aconsejan después del ejercicio porque reduce el dolor y acelera la recuperación.
Brindan buena apariencia. El agua fría contrae los vasos capilares que se refleja también en la piel y el pelo. Reduce la caída del cabello.